La importància de la lectura en veu alta

Molt de tant en tant trobem algun escrit que reflexiona sobre el que estem fent al grup: lectura en veu alta. Aleshores aprofitem per repartir-lo i comentar-lo. Això vam fer el darrer dimecres amb un text que ens va arribar al correu de la biblioteca mitjançant Ediciones de la Torre. El text ens va agradar, per això el volem compartir amb vosaltres.

LA IMPORTANCIA DE
«LA LECTURA EN VOZ ALTA»

Desde los albores de la historia, la lectura en voz alta ha sido un instrumento de instrucción. Ya en la Edad Media, en los monasterios, siempre había un lector que leía en voz alta mientras se trabajaba, llegándose así a conocer las obras de la Literatura Clásica, tanto griegas como latinas. En el Renacimiento, en las cortes italianas y en las casas de los nobles, se pone de moda el leer en voz alta, a través de distintos lectores, las novelas dialogadas a los criados que no sabían leer, como medio de enseñanza y distracción; tendencia que más tarde se utiliza en el resto de las cortes europeas.

La lectura en voz alta, y a lo largo del tiempo, se ha ido manteniendo en otros escenarios más populares como el familiar, en donde los padres y abuelos han leído cuentos a sus hijos a la hora de dormir o como entretenimiento. También en la escuela y en otros lugares, se ha utilizado el «teatro leído» como medio de difusión de obras del género dramático que estaban censuradas o que no se podían representar por falta de medios de montaje.

Este ejercicio lector ha ido decayendo poco a poco, pues se ha pasado a dar importancia sólo a la velocidad lectora en voz alta, sin llegar a equivocarse, pero sin verificar si el lector había comprendido el contenido del mensaje. Este aspecto lleva al neófito lector, así como al oyente, a no entender nada, a aburrirse y, como consecuencia, a dejar de leer por desencanto. Ante esta realidad, aún presente en muchos ámbitos escolares, nos lleva a plantearnos, desde aquí, la necesidad de retomar la lectura en voz alta aplicando en ella todos sus componentes: pronunciación, vocalización y entonación, haciendo uso correcto de los signos de expresión, acentuación y de puntuación, elementos estos que llevan a comprender el mensaje escrito en su más profundo significado; es decir: entender, comprender y disfrutar con él.

No se trata de volver rutinariamente a costumbres y usos de tiempos pasados, sino todo lo contrario; esta práctica bien hecha, aumenta, no sólo, los conocimientos, las inquietudes y los intereses, tanto del lector como del oyente, sino también la autoestima y la seguridad personal del que lee al tener que enfrentarse en solitario ante un grupo de espectadores.

Por consiguiente, es urgente potenciar la práctica de «leer en voz alta» en el medio que sea, aunque sería recomendable comenzar en la escuela en donde el niño adquiere sus primeros hábitos, y despierta sus aficiones y gustos, haciéndolo extensible luego a otros ámbitos y círculos.

Más que leer descifrando, hagamos nuestro el lema:
«LEER COMPRENDIENDO»

TERESA y MERCEDES ALONSO

Boletín informativo –La necesidad y el placer- de Ediciones de la Torre núm 24, enero 2009